Se que puedo estar decepcionándote, se que nada es como pareciera que sería, se que es como si hubiese dejado de lado todo conocimiento que implantaste en mi cuerpo y en mi alma.
Sabes que todo se ha ido cuesta arriba, sabes que me cuesta asimilar las cosas, pero sabes también que he vuelto, al menos de una manera más presencial que la anterior, y sabes que quiera o no, nunca podré escapar de ti, porque me elegiste hace mucho, y aunque no lo hubieses hecho, mi destino está marcado con tu presencia y tu conocimiento.
Espérame que ya estaré lista para que me lleves, sólo deja hacer estas últimas cosas bien, (si "bien"). Espera que pase lo duro y que venga la calma, que la disfrutaré como nunca antes ya no para que me lleves, si no para que me inundes de todo aquello que me hace falta y que pretendí alejarlo de mi vida de manera irresponsable y terca.
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