pintarle plumas a las ratas

Espero que recuerdes mi aroma, mis manos y mi piel.
Que aun tengas ese sueño guardado en tu cabeza
Ese que al escucharlo me hacía torcer de la alegría
La alegría oculta que brotaba por mis poros como risueños pájaros volando por los óleos de cualquier lugar.
 No me gusta que sea así, pero supongo que ya perdí mi particularidad para redactar cada detalle de mi alma como si estuviera rayando con tiza todas las paredes que conozco.
 No me gusta que sea así, pero el vacío en el cual me hundo llega a proporciones inimaginables para los ratones que simplemente comen queso por placer.
 No me gusta arrastrarme como lombriz cuando mi salvación no está ni cerca por no poder orientarme al camino sagrado y divino de la eterna elevación espiritual.
 No me gusta pero así estoy, y lo único que me podría llenar está tan manchado por la rutina que ya no me sirve respirar.