Los muros temblaban con su increíble juramento: Con él se reivindicaban miles de víctimas

lunes, 29 de noviembre de 2010

Que desde el cielo el corazón no huele a nada



Ni los pies mojados nos van a separar. Somos alma y carne, más que polvo de libélulas rojas volando en el mar.
 Soy más de lo que puedas recordar, y menos de lo que me cuesta entender.
 Si me dieran a elegir entre tu alma y un pez daría igual, porque sea como sea nos volveremos a encontrar. Seas perro y yo gato, jirafa y tu ratón, gorila o motocicleta me da lo mismo como brille el sol. Tu eres parte de los pies y yo parte de la cabeza, juntos mezclamos los colores y creamos el corazón, los hígados y los estómagos de todas nuestras historias que nos permiten volar y crear, ayunar y esperar por nuestra gloria y santa elevación.
 Te amo te amo como mis manos a las tuyas, como mis ojos a la luz, como tu boca a las palabras como tanto para poder decir, nos vemos en otra vida, y que sea así.

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