Los muros temblaban con su increíble juramento: Con él se reivindicaban miles de víctimas

lunes, 21 de noviembre de 2011

Ni arriba ni acá.


Me siento atrapada, asfixiada, acorralada. Soy un pequeño ratón sin cola. Perdí mi cuerpo, no quiero perder mi alma, mi esencia. Las paredes se me vienen encima, de a poco me atrincheran. No quedará nada de las alas que me pinté, ni de mis patas ni de los miles que habitan en mi cuerpo.
 Tengo miedo, cansancio, estoy agonizando. Me tienes ahí justo donde los puntos cardinales están bien marcados. No hay espacio para dudas ni escapatorias. Estoy en un laberinto y se bien cuales son y como llegar a las salidas, pero me agobian, y se acorta el tiempo y se achica el espacio. Piedad. "Por favor dame una mano, soy solo una persona, con una cadena de esquimal, tatué mi cerebro en todas partes"

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