Los muros temblaban con su increíble juramento: Con él se reivindicaban miles de víctimas

lunes, 31 de enero de 2011

aQuién AquiÉN

Como deseo, como deseo que estés aquí, somos solo dos almas perdidas nandando en una pesera, año tras año. Corriendo en los mismos viejos suelos, ¿Qué encontramos? los mismos viejos miedos, ojalá estuvieras aquí
Cuando ya no queda nada, cuando somos menos que alas de libélulas ya no se sabe a quien invocar, ya no se sabe quien está, solo quien se es, y con trabajo y esfuerzo se logra comprender, y un poco de obligación, porque si dejo los pies quietos me hundiria en pura mierda y plumas de pájaros que no aprendieron el vuelo profundo.

Salud por los buenos y amén.

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