¿Callar? pero si tengo tanto que decir, más que decir, es tanto que hacer.
Tomar una micro y llegar al fin del mundo, tener ganas de escuchar tu voz y llamarte a las 3 de la mañana y tu, sin más que un hola, aliviar mi corazón, dejar paz en mi interior. Decir lo mucho que te detesto, lo mucho que me desagrada todo lo que estás haciendo conmigo, con ella, con el, con todos. Caminar kilometros y llegar hasta a ti solo para ver si te puedo entender un poco más y para por fin saber, si me puedes sentir.
Y sí, lo he dicho mucho, y sí, lo seguiré diciendo ¿sabes por qué? porque lo sigo sintiendo, es una de las pocas cosas que sigo sintiendo, o en realidad, seamos sinceros, porque quiero serlo, nuevamente volvió, pero ya no me acompleja como antes, solo, solo es raro, si, tan raro como verte a ti.
Y bueno, volar, quiero volar, volar quizás no tan lejos, quizás no tan cerca, volar simplemente en mi cabeza, y llegar a entender lo que quiero, lo que te quiero, si de verdad no los quiero, y ser libre en mi actuar y pensar, que nadie me diga lo que está bien y lo que está mal, sin pedir permiso para poder hablar, y poder entenderte un poquito más.
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