Esque si tubiera que elegir un objeto en lo que me quisiera convertir, pensaría en una moneda, uina de esas que viajan por ciudades, talvez continentes y los mares; Una de esas que tienen brillo propio, una de esas que saca de aprietos o que da simplemente un gusto o alegría. una de esas que viajan y viajan sin tener pies para caminar, sin tener alas para volar Una de esas monedas que por muy materializta y tonto que paresca se significa mucho para tantas personas, una de esas que rellena tu billetera, esperando el momento para un nuevo viaje, para un nuevo dueño, para nuevas caras, para nuevas manos, para nuevos paisajes, para nuevas historias y para darle un grato agradable a alguien.
Una moneda no solo vale por lo monetario, si no también por cuantas personas vió sonreír, cuantas vió llorar, cuantos sitios recorrió y cuantos recorrerá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario